Mirenchu del Valle, presidenta de Unespa, ha participado en el IV Observatorio de las Finanzas de Invertia, en el que ha defendido el papel del seguro así como reseñado su relevancia en el mundo en el que vivimos. En este sentido, del Valle definió el seguro como la red de seguridad de la sociedad. «Una protección que no se ve, pero hace posible el desarrollo de la vida tal como la entendemos en el siglo XXI». Así mismo, catalogó a las aseguradoras como garantes de la tranquilidad económica de la sociedad, expertos en la gestión del ahorro y que además ofrecen alternativas adaptadas a cualquier situación. En definitiva, «el seguro es el instrumento financiero al que recurren más de 21 millones de personas en España».
Así, detalló algunas cifras como que más de 13 millones de asegurados y partícipes «nos confían sus ahorros para la jubilación», gestionando 263.600 millones de euros de dichos clientes. La industria dispone recursos financieros mientras se está en activo, rentas vitalicias o las hipotecas inversas, que hacen «posible transformar elementos patrimoniales ilíquidos, como los inmuebles, en una fuente de ingresos recurrente». Más de 12 millones de personas (uno de cada cuatro españoles) cuentan con un seguro de Salud de prestación de servicios, «contribuyendo a que el sistema público de salud preste mejor servicio». En el caso de accidentes de tráfico, el seguro del Automóvil indemniza a 3.220 familiares de 721 fallecidos en la carretera. También atiende a 57.000 accidentados que sufren lesiones que conllevan secuelas y a otros 159.000 personas que padecen algún tipo de lesión temporal tras una colisión. Respecto al seguro de Vida, indemniza más de 67.000 fallecimientos al año. «Personas que sufren una muerte prematura, con menores a su cargo o con hipotecas en vigor, que no desean dejar problemas a sus seres queridos», afirmó.
También puntualizó que, según el Banco de España, tres de cada cuatro familias españolas son propietarias del inmueble donde residen. por lo que las aseguradoras protegen 21 millones de viviendas, 900.000 comunidades de vecinos, un millón y medio de comercios y 735.000 talleres e industrias. Cada año, el seguro resuelve 10,3 millones de percances en inmuebles. En cuanto a las empresas, además de sufrir daños en los inmuebles, el seguro atiende todo tipo de incidentes que afectan a su operativa.
El problema de la falta de aseguramiento
Sin embargo, Del Valle reseñó que siguen existiendo importantes lagunas de protección o “brechas de aseguramiento”. Estos déficits de protección aparecen en ámbitos como el ahorro complementario para la jubilación. En este caso, «la brecha de aseguramiento sería la diferencia entre lo que hemos ahorrado y lo que deberíamos haber ahorrado para mantener nuestro nivel de vida llegada la edad de retiro. En esta materia, España se encuentra muy por detrás de otros países europeos». De hecho, apuntó que la semana pasada, el director ejecutivo de EIOPA, Fausto Parente, hizo mención al déficit de protección en pensiones destacando que es necesario que los sistemas de pensiones se encuentren asentados sobre tres pilares: en primer lugar, la pensión pública; en segundo término, los instrumentos de previsión social provenientes de las relaciones laborales; y por último, el ahorro individual de cada ciudadano. Para del Valle, la previsión social complementaria es la asignatura que tenemos pendiente en España: «debemos fomentar el ahorro individual y en el seno de la empresa, a través de los planes de pensiones simplificados».
Así mismo, destacó que el otro foco relevante de desprotección sería el aseguramiento del patrimonio. Según indicó la presidenta de la Patronal, mientras que en territorios como el País Vasco un 93% de las viviendas está cubierto por un seguro de multirriesgo hogar, en Canarias ese porcentaje se sitúa por debajo del 60%. «Tampoco hay que perder de vista que el “gap de aseguramiento” no se limita sólo a que hay personas o cosas que no están aseguradas. Según EIOPA, dos tercios de los daños producidos por eventos climáticos en Europa no se encuentran asegurados en la actualidad. Y esto es un problema porque los fenómenos naturales extremos son cada vez más frecuentes, de mayor intensidad y afectan a áreas geográficas más extensas».
Motor de empleo y de economía, y retos futuros
En su intervención, Mirenchu del Valle también destacó que cada año se resuelven 230 millones de incidentes, contribuyendo a través de todo tipo de servicios a la vertebración territorial del país. «El seguro es capaz de atender a las personas en prácticamente todos los rincones de la geografía nacional». Además, nuestra red de distribución está formada por agentes, corredores, sucursales bancarias y oficinas propias, que juntos suman más de 77.000 puntos de atención presenciales. «Estamos cerca de nuestros clientes para tratar con ellos cara a cara». Y puntualizó que «tenemos una presencia relativa más alta en la llamada “España vaciada” que en las zonas más pobladas».
Aunque el seguro está inmerso en un profundo proceso de digitalización, Del Valle enfatizó que sigue manteniendo la atención presencial, así como una especial atención a determinados colectivos vulnerables. En este sentido, la presidenta de Unespa destacó que elaboración de una ‘guía de buenas prácticas en los procesos de suscripción de seguros de Vida por parte de las personas con VIH’, elaborado con la coordinación de Cesida, con el objetivo de normalizar el acceso a las coberturas a estas personas. Documento al que ya se encuentran adheridas 23 entidades.
En esta misma línea, destacó que el seguro se encuentra en constante cambio y adaptación a las demandas actuales, dando respuesta a los nuevos que se presentan. Entre ellos destacó los riesgos cibernéticos y los vehículos de movilidad personal. También a la contribución del seguro hacia una economía más sostenible y justa, no solo como asegurador, si no como inversor institucional. «Las aseguradoras tienen la capacidad de contribuir a proyectos de carácter sostenible con los recursos que tienen a su cargo».